Ésta es una entrada de urgencia en Planeta Cives. La escribo desde el hospital: el viernes la Cooperación Española sufrió una parada cardiorespiratorioa y entró en coma. El paciente se encuentra ahora en la UCI, acompañado por amigos y familiares, entre los que, como he dicho, me encuentro. Aunque en los próximos días se sabrán más detalles, los médicos no son muy optimistas. Os seguiremos informando.
El vídeopost de este domingo tiene como protagonista al proyecto de Cives Mundi en Kolda, una de las regiones más pobres de Senegal. El país se sumergió en enero en una violencia política sin precedentes motivada por una triquiñuela de su presidente para presentarse por tercera vez a las elecciones. Sobre todo ello hablamos con nuestra delegada en Kolda, Alba Serna, en una videoconferencia una tanto precaria debido al deficiente funcionamiento de internet en la zona.
Y, como invitado de honor, tenemos a un senegalés, Mor Penda Djongue, que está haciendo un doctorado en la Universidad de Soria y trabaja como traductor en la ONG. Además es el arquero de la cabecera de nuestros videos. Mor nos selecciona algunas referencias sobre su país. Entre ellas, por supuesto, la música, el mbalax (la x final se pronuncia como una jota), cuyo principal representante en el mundo entero es Youssou Ndour. Una canción suya suena unos pocos segundos durante el vídeo. Su título es Birima, y fue compuesta para promocionar una cooperativa de microcréditos del mismo nombre. En 2008 recibió una gran atención mediática al involucrase en la misma Benetton.
En el Top 5 que nos hace Mor se encuentran las playas, la naturaleza y la comida del país. El plato típico es el thiebou dieng. Aquí tenéis su receta escrita (está en francés) y en imágenes, en plan Arguiñano, pero con una senegalesa hablando en catalán.
Lo cierto es que al preparar el guión de esta entrada, tenía la intención de dar más cancha a la música. Al final, sólo entran unos pocos segundos de la pieza citada más arriba. En la breve banda sonora de este videopost fue el sonido del mar el que acabó cobrando más importancia. El mar que veían y oían los esclavos al ser embarcados como animales desde la Puerta de No Retorno de la isla de Gorée.
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